Si os gusta el japonés y la cultura japonesa, seguro que ya habéis oído hablar de los salaryman y de la cultura laboral de Japón. En el artículo de hoy veremos algunos aspectos sobre la vida de un japonés asalariado, y veremos qué cosas son verdad y cuáles son mitos sobre la vida de los empleados japoneses. Antes, como siempre, os recordamos que tenéis a vuestra disposición los cursos de japonés desde cero. Y ahora sí, empezamos.
Algunos aspectos sobre la vida de un salaryman
Como hemos visto en el vídeo, y aunque vemos que todo esto va cambiando poco a poco por el cambio de mentalidad de los japoneses más jóvenes y la incorporación de la mujer al mercado laboral japonés, algunos puntos a destacar sobre los salaryman son los siguientes.
Suelen trabajar siempre en la misma empresa
A diferencia de países como España o Estados Unidos, donde está bien visto el hecho de cambiar de empresa para ascender en tu carrera laboral, esto no suele ser visto con buenos ojos en Japón. Un japonés suele entrar a una empresa a trabajar tras acabar la universidad (estamos hablando de empleos cualificados para los que se requiere un título universitario) y suele emplear toda su vida laboral trabajando en la misma compañía. Cambiar de empresa conllevaría volver a empezar desde cero y una pérdida del rango o estatus que se tenía en la empresa anterior (la antigüedad es tremendamente importante en Japón).
Las jornadas de trabajo suelen ser largas
Sí, esto no creo que os sorprenda. Todos conocemos esta faceta de Japón, pero teníamos que mencionarlo. Los japoneses, por supuesto, tienen sus jornadas de trabajo, pero eso no suele impedir que dicha jornada se alargue hasta por la tarde o por la noche. Los japoneses suelen tener ciertas normas no escritas, como el no poder salir de la oficina hasta que ha salido el jefe, o el verse en la obligación de echar horas extra siempre que sea necesario. Esto ocurre en todos los países, por supuesto, pero en Japón es bastante pronunciado.
Hay que asistir a eventos, cenas, competiciones…
Los japoneses son muy proclives a hacer eventos entre los trabajadores de las empresas. Algo que sin duda es tremendamente útil para crear un buen equipo, pero que hay que tener en cuenta, pues sigue alargando aún más el tiempo que un empleado dedica a su trabajo. El asistir a una cena un fin de semana, a una competición un domingo contra los empleados de otros departamentos, o simplemente el tener que quedar con el jefe un domingo, son cosas a las que probablemente un salaryman tendrá que enfrentarse tarde o temprano.
La empresa es una extensión de la familia
Algo en lo que se diferencia bastante la cultura laboral japonesa de la del resto del mundo (sobretodo hace algunos años, esto va cambiando poco a poco) es que la empresa suele encargarse de sus empleados, de sus familias y de sus problemas personales. En Japón no sería raro que la empresa le preste dinero a un empleado para pagar la universidad de sus hijos o el tratamiento de una enfermedad. Algo que sin duda es tremendamente positivo para el trabajador. A veces la empresa incluso conoce personalmente a las familias de los trabajadores.
Hay que ir al bar con los jefes y compañeros
Esto es algo que seguro que ya habréis visto en películas, doramas o animes japoneses. Hay una especie de tradición por la cual después de salir del trabajo, los japoneses van en grupito al bar, normalmente a beber. El alcohol suele funcionar en este tipo de situaciones para hacer más liviana la relación entre los compañeros, y los empleados aprovechan este tipo de situaciones para soltarse, para hablar con el resto de la plantilla de una forma más informal y sin esa barrera que hay dentro de la empresa. Eso sí, cuando vuelven a la oficina, vuelven a comportarse como siempre, por supuesto.
Hay muchos protocolos para hacer las cosas
Como todo en Japón, la forma de comportarse en la empresa está estrictamente estudiada y se siguen una serie de protocolos (que a los occidentales nos podrían parecer rituales) para hacer cualquier cosa en la empresa. El lenguaje que utilizan en la oficina está medido al milímetro, debiendo dirigirse a cada persona de una forma concreta, la forma en la que le dan la meishi a un cliente, cómo tienen que poner el sello (la firma que usan en Japón se hace a través de un sello), etc… Todo está medido y estudiado para mantener la armonía y la paz.
El manual del trabajador
En muchas de las grandes corporaciones japonesas, cuando un empleado nuevo se incorpora recibe un manual del trabajador (algo que me parece genial, por cierto) con todos los detalles de cómo hacer cada tarea. Algo que nos llamó la atención sobre este manual, es que a los japoneses novatos incluso les enseñan a hablar en keigo, concretando exactamente qué frases y con qué expresiones deben dirigirse a los clientes. Algo curioso teniendo en cuenta que es su idioma y que han salido de la Universidad.
Los viajes por negocios
Si has estudiado japonés, seguro que te suena la palabra 出張 (viaje por negocios). Por supuesto, en todos los países se hacen viajes de negocios, pero los japoneses le dan bastante importancia a viajar y a ver a las otras personas en persona, haciendo que los salaryman tengan que hacer muchos viajes por negocios. Con respecto a cómo van a trabajar, suelen utilizar el tren para moverse e ir al trabajo. ¿Habéis visto un tren en Tokyo en hora punta? Es un espéctaculo.
Esperamos que con estos ocho puntos sobre los salaryman te hayamos podido enseñar un poquito mejor cómo es la vida de los japoneses, y si tienes alguna sugerencia sobre otros temas de los que podamos hablar, ¡escríbelo aquí debajo!
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